La Pasión de Cristo (2004)

Jamás el título de una película fue tan acertado... La Pasión, no referente a su entramado romántico, sino a su origen del latín clásico, sufrimiento, es una auténtica tortura visual y estomacal. Las ondanadas de ostias que se lleva el bueno de Chus en esta película son tan salvajes que por un momento me entraron ganas de tirar una toalla al ring y detener el sangriento espectáculo.

Es tan radicalmente violenta, que el carácter religioso del film pasa totalmente desapercibido, lo cual en el fondo es de agradecer. Digamos que la historia ya era ampliamente conocida y no se iban a aportar más mentiras...digo, detalles sobre la vida del menda este, así que se centraron en el morbo gratuito de contemplar su tortura y crucifixión que en el fondo es el punto álgido. Evidentemente, no tardaron en aparecer los críticos y censores que la tacharon de Antisemita, blasfema y cruel hasta la nausea, pero lo único que lograron fue que la gente peregrinase en masa a las salas de cine para ver a Cristo reventado cual piñata. La iglesia y sus continuas campañas de marketing transgresivas...cuando aprenderemos.

En todo caso, entre ostia y ostia, no tenemos tiempo de apreciar el buen trabajo del Sr. Gibson tras la cámara o el énfasis de sus actores y actrices protagonistas, pues en seguida aparece una nueva sesión de ostias totalmente gratuitas. Ciertamente se pasaron tres putos pueblos, y además de cansina pasa exactamente lo mismo que con los guiones de Titanic...siempre se tiene que hundir el jodido barco. Nadie espera nada nuevo, ni un final inesperado (que ya hubiese sido cojonudo, la verdad).

Yo no recomiendo que se vea esta película a menos que te vaya el rollo muy duro y te guste tener algo de fondo mientras te revientan el culo y te echan cera hirviendo por los pezones, pero aún así cada uno a su ritmo. No sabría realmente cuantos Malos Tragos darle, porque sigo sin saber a que género pertenece esta película...pero si es un drama religioso, desde luego es un 3 Malos Tragos.