Gladiator (2000)

5 oscar de la academia avalan esta super-producción sobre la magnificencia del imperio romano, dirigida por el talentoso Ridley Scott, alabada por critica y público y con recaudaciones millonarias en taquilla...
«El general que se convirtió en esclavo, el esclavo que se convirtió en gladiador, el gladiador que desafió a un imperio»

«Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, comandante de las tropas del norte, general de las legiones Félix, leal servidor del verdadero emperador, Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada, y alcanzaré mi venganza, en esta vida o en la otra»

Protagonizada por el Russel Crowe, el único actor de Hollywood que al escribir su nombre y pulsar mayúsculas F7 aparece una lista de sinónimos: soso, insípido, desaborido,simplón, boniato, gazmoño, necio, insulso,insubstancial, anodino, insípido, simple, pavo, pueril y un largo etc...
Acompañando al fulano en cuestión pusieron a Joaquin Phoenix (Cómodo, Hijo de Marco Aurelio), quien desde pequeñajo mostraba admiración por las películas de gladiadores y que sigue apareciendo en algunas de las mejores producciones del panorama cinematográfico a pesar de sus continuos esfuerzos por sobre actuar y destrozar cualquier papel de relevancia que caiga en sus manos.

Se trata de un engaño visual al más puro estilo Harry Houdini, donde impactantes escenas, junto con un impresionante espectáculo sonoro consiguen distorsionar la realidad del espectador que acaba encharcado en su propia pegajosa baba de "borrego blockbusteriano". Todo esto no consigue encubrir un guión bastante plano y burdo que se aleja mucho de las grandes historias del género... aquellas que tan buenos ratos hicieron pasar al Sabina adolescente en las últimas filas del cine de verano.

Gladiator pertenece por mérito propio a la colección de películas sobrevaloradas del cine moderno. Un auténtico Mal Trago en toda regla que no mejora ni ahogado en las bondades de un Family Extra Palomita´s Cube con su litro de sucedáneo de Coca Cola aguada.

A favor, solo puedo rescatar una bonita estrofa que nos recuerda tiempos mejores...
"siempre echaban una de romanos..."