Lolita (1997)

Stanley Kubrick (Director de "Lolita" en el 62) y Vladimir Navokov (Autor del libro en el que se basó la película original) hicieron hace ya muchos años una apuesta. El objetivo era adivinar que Director tendría la desfachatez de hacer el remake de Lolita, así como que actores encarnarían a sus protagonistas. Ninguno fue el vencedor pues fallecieron poco después del estreno (supongo que del disgusto). Sin embargo, Kubrick dejó en su testamento escrito: "... y mis últimos dos millones de dólares los dejo en herencia al que me traiga la cabeza de Jeremy Irons en una bandeja..."

Efectivamente, lo bueno de dar un papel como el de Humbert a un tipo como Jeremy Irons es que no necesita actuar, él ya era un jodido pedófilo antes de hacer la peli. Lo malo, por su parte, es que solo podían tomarle planos de cintura para arriba...

Como largometraje no aporta nada que no hayamos visto antes. La falta de talento en la interpretación hace que Lolita (Dominique Swain) parezca una cabaretera y la poca destreza y sutileza en la dirección acaba pasando factura al metraje, convirtiéndolo en algo zafio y muy embrutecido. En definitiva, un intento de copia de bajísimo nivel que no logra ofrecer ni en sueños la sensualidad de Sue Lyon o la perplejidad de James Mason en su versión de 1962.

Tres Malos Tragos para este drama que nunca debió llegar al cine. Lenta hasta la nausea, aburrida y ordinaria, son algunos de los calificativos que me pasan por la cabeza. Para llamar la atención bastaban un buen par de tetas, tal y como nos demostraron en "Showgirls" y sin necesidad de destrozar una obra maestra del cine.
Actualmente se trabaja en la secuela de Lolita. Como trama argumental, una pelota de golf queda atascada en la manguera del Sr. Humbert. Charlotte pasará toda la peli tratando de sacarla con la boca y las manos atadas a la espalda. Se preve un gran éxito de taquilla.

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