Robinson Crusoe (1997)


Adaptación de la novela de Daniel Defoe (1719) y llevada a la pantalla por primera vez en el 54 por el maestro Luis Buñuel, la historia del náufrago Robinson Crusoe siempre resulta fascinante. Una inquebrantable fe, un espíritu de superación inigualable y una sincera amistad fueron los valores que el personaje quería transmitir, resultando en todo caso, emotivo, incluso hermoso.

Sin embargo en los 90 los estudios de Hollywood no estaban para gilipolleces así que pusieron al guapo de Pierce Brosnan, le dieron un guión infumable, el decorado de "supervivientes" y ¡acción!

Resulta tan poco creíble el personaje que hasta el bueno de William Takaku, (el negrito que interpreta a "Viernes"), parece esbozar una sonrisa en varias escenas de la vergüenza ajena que sentía.Un Brosnan lamentable que roza el ridículo en lo más parecido a una obra de colegio que he visto en mucho tiempo... Una bonita fábula sobre la amistad, el respeto y la igualdad que no consigue provocar reacción alguna, llegando a ser altamente empalagosa y absurda, gracias a un guión escrito por el teletubbie rosa, con síndrome de abstinencia. Tres malos tragos, no se pierde mucho por verla... salvo el tiempo.

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