Godzilla (1998)

Es el noveno, repito noveno, remake de Godzilla y decidieron esmerarse en que fuese el último.

La primera de las películas ("Japón, bajo el terror del monstruo" en el 54) , rodada con un presupuesto ínfimo y ridículo, incluso para la época, así como casi todas las versiones posteriores (incluidas; "Godzilla contra King Kong" del 62 o "Godzilla contra Biollante" del 89, entre otras) son altamente superiores en calidad, argumento,
interpretación y hasta en las jodidas maquetas. Es tan rematadamente mala que tienes que pegarte pellizcos en los pezones para asegurarte de que sigues vivo y no estas en los infiernos de Dante.

Lo de Matthew Broderick ya es algo perdonable, pues sabemos que el colega no da para mucho más y estamos acostumbrados a verle deambular por la pantalla sin saber a donde va ni que hacer. De todas formas hay que ser un auténtico crack para seleccionarle en un casting.

El Director (porque lo ponía en su silla, que sino pensaríamos que es el encargado de mantenimiento), es mi gran amigo Roland Emmerich, que ha conseguido hacerme disfrutar y de que manera con cada una de sus grandes películas. Creo que lloré al ver "Independence day", sentí escalofríos con "El día de mañana", sufrí de hemorroides cerebrales cuando me llevaron al estreno de "El Patriota" y no pude evitar sentir verguenza ajena cuando me tragué "10.000". Como emprenderéis, habría que sacar un proyecto de ley para meter a este tipo entre rejas lo antes posible.

No haré sinopsis de esta película por razones obvias...pero si va a recibir cinco magníficos malos tragos por ser una puta mierda, que no se debe ver ni amenazado de muerte. Si tuviese que elegir entre volver a ver Godzilla o pegarme dos tiros en la cabezota, necesitaría unos segundos para pensármelo, la verdad.