Moulin Rouge (2001)

Existe un gran grupo poblacional de la llamada generación del videoclip, aborregados por el sistema MTV y los dibujos animados pro-ataques epilépticos, que considerarán Moulin Rouge como una obra maestra dentro de un mundo gris, triste y aburrido. Los movimientos acelerados, (fugaces por momentos), los juegos de luz y sonido y el carisma de sus protagonistas les mantiene pegados a la pantalla soñando con un mundo de fantasía e ilusión que tanto añoran.

Para todos aquellos que nos consideramos "normales", la película no es más que una una memez lujósamente adornada, postmoderna, militantemente gay... una cosita de diseño absúrdamente sobrevalorada.
Resulta mareante, absurda e insulsa.

Una versión amanerada de "Trainspotting", donde los personajes carecen de todos aquellos valores y estilos que caracterizaban el molino rojo original, y donde se oculta sutílmente la mediocridad de la historia con unos números musicales ruidosos, hiper activos y totalmente des-sensualizados. Se trata de una discoteca de poligono industrial, con sus gañanes de turno, sus locuras psicotrópicas y su final...viscoso y en la acera. Una explosión de los sentidos en toda regla, un musical para adictos al crack, una razón para rescatar los clásicos de Ginger Rogers y pensar que no toda esperanza está perdida.

4 malos tragos a esta cinta, que jamás debió generar debate. Si de verdad logró emocionarte... eres una persona sensible y romántica hasta decir basta, pero eso si, de buen cine entiendes poquito. Seguro que no pudiste contener las lágrimas al ver a DiCaprio hundirse en el agua, o a David el gnomo convertirse en árbolito, pero no te preocupes, consuelate sabiendo que hay millones de personas en el mundo como tú, ya sabes, mal de mucho, consuelo de tontos.