King Kong (2005)

La última (de momento) versión de este clásico, rodada por un simio, para simios y sobre un gran simio.
Como un buen truco de magia, la cinta solo pretende distraer nuestra atención con hábiles escenas cien por cien digitales y así evitar que nos fijemos en una mediocre interpretación, o una historia sobre dimensionada que provoca más de un bostezo a lo largo de sus tres largas horas de duración.

No entraré en comparaciones, ni dudo de la majestuosidad del señor Kong en la pantalla, pero francamente, se han pasado tres o cuatro pueblos para hacer algo que como de costumbre, ya estaba hecho.

A partir de la primera hora de película, se comienzan a observar los primeros brotes psicóticos del Director (trastornado ya de por si hace años), y asistimos atónitos a un derroche de majaderías en un mundo de fantasía donde campan a a sus anchas las criaturas más extrañas y anormales que podamos imaginar.

La química entre Naomi Watts y el Rey Kong es inexistente, por o que durante alguno de los meses de rodaje pensaron en ponerle la cara de Adrien Brody al mono, pero luego se dieron cuenta de que nadie notaría la diferencia y suponía un gasto extra, así que desistieron.

La películas provoca bastante asco en general, y se salva como viene siendo habitual por los avances tecnológicos. Al igual que en la mayor parte de los remakes de Hollywood, conocemos perfectamente el final, por lo que el hecho de estirar el guión se debe únicamente a un hecho de mofa y burla al público con alevosía y bastante mala hostia.

Número de malos tragos: tres. No es que no se deba ver King Kong, sino que lo lógico es ver anteriormente todas las versiones que sucedieron a la original. Una vez hecho esto te sientas con calma frente al televisor, te armas de paciencia y si consigues no nombrar a cada uno de los difuntos de la familia de Peter Jackson es que eres un auténtico admirador. En resumen, las pretensiones del film son tan grandes como su protagonista y por lo tanto igual de grande y maloliente que sus sucios excrementos.

2 comentarios:

  1. Jamás he estado más de acuerdo contigo. Sigue así Maestro.

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  2. La próxima parte será algo como.....king kong se come al señor de los anillos y a Tolkien. Nos haría un favor si se los come!

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