Outlander (2008)




Un día recibes un guión encima de tu mesa y al acabar de leerlo te preguntas ¿y por qué no?...
Creo que fue así como lograron financiar y rodar esta película, porque de lo contrario debríamos plantaernos si es buena idea dejar a enfermos mentales hacer cine.

James Caviezel, el actor con menos carisma tras Ray Liotta, interpreta a un soldado extraterrestre que estrella su nave en la tierra, concretamente en la antigua Noruega y en la época vikinga. Ya con eso se tendría uno que dar cuenta de lo que le espera, apagar la tele y leerse una novela. En todo caso, de la nave no solo baja este muchacho sino también un perro enorme que cambia de color y tiene tentaculos como el calamar de julio verne en 20.000 leguas de viaje submarino. El equipo que diseñó a este engendro ya está en las oficinas del INEM buscando empleo, por eso no se preocupen. El hecho es que este bicho se lo come todo, como mi ex, y le van bastante los vikingos. Asi que está claro que uno de los dos tiene que morir y en eso básicamente se tiran una hora de película. El final, para aquellos que consigan aguantar despiertos, es una payasada en toda regla propio de esta mezcla de subgéneros y la serie B.

Su Director, Howard McCain, solo había dirigido otro largometraje antes de este, (gracias a Dios) y era un auténtico petardo llamado "El coleccionista de muñecas" (1998). No creo que le dejen hacer otra ni tampoco que tenga un club de fans, así que no le dediquemos más tiempo.

Vamos a darle 3 "malos tragos" a este esperpento cinematográfico. Uno por el guión, otro por la dirección y el último por convencer al bueno de Ron Perlman para hacer de vikingo.

Mucho ánimo si va a verla, lo necesitará...


1 comentario:

  1. Vaya mezcla de géneros! es como el guerrero nº 13 pero...aun peor!! que grande es Hollywood.

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